jueves, 26 de enero de 2012

Noveno día

En este último día iremos a la villa de Muros.

El paseo por la misma se puede iniciar desde diferentes puntos. Si comenzamos por la parte norte nos encontraremos con la apacible Praza do Concello también denominada Curro da Praza, por haberse celebrado aquí a principios de siglo multitudinarias corridas de toros, y con otras muchas calles que salen perpendiculares al Paseo de la Marina. De aquí y atravesando la antedicha plaza se puede subir hasta la calle Real que conecta con la también conocida calle Axesta, conformando las dos la principal arteria interior del pueblo. Entre estas dos vías y el Paseo de la Marina se sitúan dos de las plazas más singulares de la villa: la placita de Santa Rosa o plaza del Cristo, antiguamente denominada plaza de la Leña, donde es protagonista del espacio un hermoso crucero artísticamente labrado del año 1789, y la Plaza de la Pescadería Vieja, en la actualidad convertida en un espacio de ocio donde se pueden tomar vinos y tapas en los múltiples bodegones y tabernas que se disponen en la misma, ocupando los soportales de las viejas casas aquí emplazadas. En esta plaza llama la atención la presencia de una original fuente de cantería que reproduce la silueta de un reptil alado, y que fue construida en el año 1929 por el mejor cantero de la villa, D. Francisco Iglesias. En este último lugar se puede aprovechar y comer en una de las tabernas antes nombradas. Otra plaza de singular encanto que se encuentra casi a medio camino entre la calle Real y la calle Axesta es la Plaza del Mercado, antiguamente conocida como Plaza Mayor, que está presidida por un monumental edificio de cantería y doble escalinata dedicado a este fin.

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